jueves, 22 de septiembre de 2011

esa mala suerte

Bueno, sí. Hace ya un rato que cumplí la edad suficiente para estar casada y tener una cantidad razonable de niños. Y resulta que estoy soltera, no he estado casada ni he tenido hijos. Esto no obedece a una manera alternativa de ver la vida, si no simplemente a que no he encontrado a nadie con quien tenga la necesaria afinidad y atracción para formar una familia. Aunque, para ser bien honesta, una vez sí pensé haber encontrado a ese alguien. Pero después de planear nuestro futuro fuera de Santiago y jurarme amor eterno, me dejó por una marimacho pelicorto. Trade off que honestamente hasta el día de hoy no termino de entender. En fin…
¿A qué quiero llegar con todo esto?  Que no hay cosa que me intrigue más que cuando la gente me dice “es que tienes tan mala suerte”. Hmmmm, ¿mala suerte respecto a qué, si se puede saber? ¿Comparación con qué, quién, quienes?
Hace unas semanas salí con un ejecutivo extranjero que estaba de paso por el país. Fuimos a algunos de los lugares más exclusivos de la capital, me atendió como una reina y sus halagos alcanzarían para escribir otro blog solamente dedicado a detallarlos. ¿Mala suerte que esas salidas no hayan terminado en una relación más seria? Para nada…él se la pasa viajando y como los marineros, tiene una novia en cada país. Un hombre así a la larga traería infidelidades, desconfianza y rabia. Lo pasamos fantástico, carretes notables..y eso, ¿sería mala suerte?
Antes de eso, estuve con un chico bastante más joven que yo. Universitario. Algo flojo eso sí, porque a su edad yo ya estaba trabajando hace ratito. Inolvidables noches de conversa y vodka en un bar de Lastarria, películas y discusiones existenciales. Y resultó que era un alma atormentada. Atormentada de su pasado, de su presente. Atormentado frente a sus propias inseguridades. ¿Mala suerte que la relación que tuvimos no haya prosperado? ¿Habría sido buena idea si ante cualquier muestra de cariño él reaccionaba casi violentamente? ¿Si ante la más mínima oportunidad trataba de minar mi autoestima? Hmmmm, fue una muy buena suerte que esto no haya seguido…creo yo.
Y así, suma y sigue. Lo he pasado bien, muy bien. He conocido hombres muy interesantes y entretenidos y otros absolutamente olvidables. Y eso es buena suerte…tener la opción de conocer y decidir. De no conformarse..porque aunque me gustaría encontrar a alguien más perdurable, estoy segura que nunca jamás terminaré con alguien sólo para que la gente diga “qué bueno que tu mala suerte acabó”…jejejeje

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